Después de la doble derrota electoral –y las del PSC han sido de órdago- es cuando las ponencias políticas son más necesarias. Cualquier ciudadano pediría claridad, objetivos bien definidos, estrategias precisas y una cierta contundencia en los planteamientos ideológicos y conceptuales. Pero ya les aviso: nada de eso se encuentra en las 60 páginas a discutir y aprobar por parte de los 800 delegados socialistas. Desgraciadamente, se trata una vez más de ese tipo de texto, clásico en las literaturas partidarias, que empieza con declaracions rimbombantes, se entretiene en cuatro generalidades articuladas por sectores o áreas de gobierno para que nadie pueda decir que de lo suyo no se habla, unas pizcas de lo que hoy no puede faltar –salir de la crisis, sostenibilidad…- y a otra cosa, mariposa.